Escuela Tigre Blanco (Pai-Hu) de las artes marciales internas de Wudang




La Escuela Internacional Pai-Hu de artes marciales chinas internas, quiere daros la bienvenida a su blog oficial.
Os invitamos a conocer el apasionante mundo de las artes marciales internas o neijia.
Desde aquí os daremos a conocer los orígenes, principios técnicos, base filosófica y actividades de nuestra escuela.
Por otro lado, deseábamos generar la posibilidad de estrechar vínculos con diferentes escuelas o artistas marciales,
ya que, como aprendimos de nuestros maestros, sólo crecemos cuando nos relacionamos.
De modo que, tanto si sois unos apasionados practicantes, como si simplemente queréis
ampliar vuestros conocimientos
(o incrementar los nuestros) considerad esta, vuestra casa.

jueves, 11 de abril de 2013

Empezaremos en CORUÑA


Artículo publicado en el Diario de Arteixo (febrero 2013)


Qué no es el “Tai Chi”?





Cada vez que una persona se me acerca para preguntarme “¿qué es el taichi?” – ya sea que está interesada en empezar a tomar clases, o por simple curiosidad–, de una forma u otra acabo respondiendo lo contrario, es decir, lo que no es el “taichi”.



Sucede que la gente tiene una información fragmentada, muchas veces mezclada con cosas que no tienen nada que ver con esta disciplina. – las malas películas han ayudado lo suyo a esto.

Aunque también es cierto que este arte está lleno de sutilezas y puede que nuestra mentalidad occidental encuentre ciertas dificultades a la hora de entenderlo correctamente.



Pero bien, en mi caso intento acabar con esa desinformación aclarando que el nombre no es Tai Chi, o taichí sino Tai Chi Chuan .



Tai Chi Chuan se puede traducir como “boxeo último supremo” o “puño de la realidad suprema”.



Quizás desde el punto de vista occidental no nos parezca importante, ya que tendemos a acortarle los nombres a casi todo, pero si en China dijéramos simplemente Tai Chi, no entenderían que nos referimos al arte marcial, sino a un concepto filosófico taoísta.

En este caso el nombre es relevante porque define la naturaleza de esta disciplina, que es, como podemos ver, absolutamente marcial, no es un arte floral, ni meditativo, ni artístico y los boxeadores de Tai Chi Chuan tenían fama de invencibles en la China del siglo XIX. Nadie le pone “boxeo último supremo” a una disciplina sin un buen motivo.



Las razones de porqué no se asocia popularmente al Tai Chi Chuan con un arte guerrera y sólo se conocen sus aspectos medicinales, es algo que despertado muchas controversias y pensamos discutirlo más adelante.

Como veis da para mucho el tema.



Luego de que más o menos se aclara lo del nombre, suelo encontrarme con un verdadero clásico. Estas preguntas deberían estar incluidas en cualquier curso de formación de docentes de Tai Chi Chuan, ¡no fallan nunca!:



¿Es como el yoga, verdad?

¿Se parece al pilates?

¿Hay que llevar esterilla?



La respuesta a las tres preguntas es no.



El Tai Chi Chuan no es “yoga en movimiento” (como intentan publicitarlo en algunos sitios)... vamos, ¡que no tiene nada que ver con el yoga!, que por otra parte no es sólo una disciplina física, el Hatha Yoga es uno de los siete yogas que forman este complejo sistema de desarrollo espiritual de origen hindú. Tampoco tiene nada que ver con el pilates, que es un sistema de ejercicios bastante exigente y técnico. Es cierto que el yoga y el pilates tienen en común algunos objetivos y métodos (de hecho el creador del sistema pilates usó principios del yoga), pero definitivamente son distintos a los del Tai Chi Chuan.

Por lo tanto la esterilla no hace falta, en el Tai Chi Chuan la cosa va de mantenerse firme para no caerse al suelo, la correcta verticalidad es la esencia de este arte.



No tengo paciencia para hacer algo tan lento, soy muy nervioso/a. Me voy a aburrir



No es aburrido, nunca vi a nadie aburrirse en una de mis clases. Y cuantos más nervios e inquietud mejor, mi experiencia dice que al final de la sesión el practicante sentirá un contraste mayor y una sensación de plenitud inesperada.



El Tai Chi Chuan es una caja de sorpresas.



Parte de la magia del Tai Chi Chuan se encuentra en que restablece las conexiones entre nuestro cerebro y nuestro cuerpo, en que aprendemos a respirar y poco a poco descubrimos lo que el poder de nuestra concentración puede lograr...

De esa manera el movimiento se convierte en algo totalmente distinto, ciertas combinaciones de giros, extensiones y cambios de balance resultan un pequeño desafío que acaba volviéndose adictivo, porque nuestro cuerpo se convierte en un laboratorio donde experimentamos algo a lo que casi nunca estamos acostumbrados: el control consciente.

Para ello la baja velocidad es ideal, se graba mejor en nuestro cerebro y además conseguimos corregir cada detalle, cosa que al hacerlo a gran velocidad se nos escaparía.

Cabe aclarar que hay también trabajos con velocidad, sólo que no suelen publicitarse.

Por otro lado los trabajos de empuje de manos o Tui Shou (ejercicios donde se simulan ciertas situaciones de combate), nos dan una gran sensibilidad corporal y nos enseñan a dominar la fuerza del contrario y a evitar que perdamos el equilibrio. Siempre he visto que los practicantes acaban con una sonrisa de oreja a oreja cuando consiguen que, sin tensión alguna, pueden rechazar la fuerza bruta que intenta desplazarlos. Parece magia a veces. Pero es pura física aplicada.

Es literalmente imposible aburrirse haciendo esto.



¿Esto es para gente muy mayor, no? Porque yo busco algo que me de mas “caña”.



No, este es un error común. ¡Es para todo el mundo!

Lo que pasa es que el Tai Chi Chuan tiene un impacto muy bajo y grandes beneficios para personas de edad avanzada o con patologías que restrinjan la movilidad. Pero eso de ninguna manera significa que no puedan aprovecharlo quienes están en su plenitud física. Es más, si se lo entrena debidamente puede llegar a ser uno de los ejercicios más intensos que se pueden practicar. Se considera que es la única disciplina que consigue mover la casi totalidad de los más de 600 músculos del cuerpo. Es fácilmente graduable según los objetivos o condición física.

En el aspecto menos conocido de este arte, que es la parte marcial, se entrena a fondo el poder corporal.



¿Es como una gimnasia china?



No, sólo se convierte en una gimnasia si lo despojamos de su parte marcial. El Tai Chi Chuan es una de las artes marciales más completas que existen, abarca el aprendizaje de la alineación articular, restablecimiento postural, fortalecimiento de los músculos, aumento de la elasticidad y el estiramiento, mejora del funcionamiento orgánico, descenso del estrés y la ansiedad, equilibrio espiritual y un potente y muy refinado medio de autodefensa.

Siendo como es, el arte marcial que trabaja con la física aplicada por excelencia, puede que se tarde algo más en dominar ciertas técnicas, pero una vez dominadas su contundencia es aplastante.









Es evidente la paradoja: el Tai Chi Chuan es una de las artes marciales más populares... y sin embargo, peor comprendidas en todo el mundo marcial.

Pero algo es seguro, eso se resuelve acercándose y probando.

Es una disciplina que da muchas respuestas, tanto a nivel corporal como al de nuestras emociones y pensamientos. Es una verdadero arte que nos ayuda a mejorar la obra más importante que jamás tendremos en nuestras manos: nuestra propia vida.

Buena práctica.